La elección de la instalación de un Convertidor de Frecuencia como método de ahorro energético supone: • Reducción del consumo. • Mejor control operativo, mejorando la rentabilidad y la productividad de los procesos productivos. • Minimizan las pérdidas en las instalaciones. • Ahorro en mantenimiento (el motor trabaja siempre en las condiciones óptimas de funcionamiento). Todas estas ventajas repercuten finalmente en las instalaciones industriales, consiguiendo que la amortización de las mejoras realizadas se produzca en un corto periodo de tiempo (entorno a dos años o incluso menos), y prolongando también la vida útil de los motores utilizados.